ABRAZOS CURIOSOS: LOS ÁRBOLES Y LAS SEÑALES

ABRAZOS CURIOSOS: LOS ÁRBOLES Y LAS SEÑALES

Seguro que mirando a vuestro alrededor habéis encontrado una señal que está siendo abrazada (incluso devorada) por un tronco; imagino que tenéis la imagen en vuestra cabeza, y si no estad atentos, es una estampa que se repite en todos nuestros pueblos.

¿POR QUÉ LOS ÁRBOLES ABRAZAN A LAS SEÑALES?

Una explicación, aunque poco convincente, podría ser que estamos en primavera, que en esta época florece el amor, y están las hormonas revolucionadas, pero… si solo fuera por eso, en invierno se “soltarían” de su unión; así que, aunque es una idea de cuento, no nos resulta válida: el amor no es la causa de estos abrazos.

El motivo, grosso modo, se debe a que las plantas cicatrizan de “fuera hacia dentro”; con un ejemplo queda más claro: cuando nos hacemos una herida, todos sabemos que se forma una “corteza” y al caerse, nuestra piel se ha regenerado. En el caso de las plantas, lo que ocurre es que los laterales van creciendo para cubrir la herida, pero la herida queda dentro.

Este hecho puede verse en esos troncos huecos, donde los árboles siguen vivos, pero observamos esa herida que nunca se rellenará. Así que cuando el tronco nota una señal (o cualquier otro objeto) pegada a él, lo considera una herida, y tiende a cubrirla. Esto también ocurre con cuerdas, o alambres, pero es algo menos llamativo. Esta es la principal causa de esos abrazos inesperados.

Para finalizar, quiero contaros una bonita historia, o al menos curiosa, pues hay un árbol que ha devorado una bicicleta. La leyenda cuenta que es de un soldado que la dejó atada al árbol cuando fue a la Primera Guerra Mundial, y ya no regresó, pero la realidad es que se trató de un niño que recibió como regalo una bicicleta de niña, y por vergüenza la ató a un árbol en el bosque.

Como podéis imaginar, el final es que ese árbol se decantó por la bici en lugar de una señal, uniéndose ya a ella de por vida en uno de los abrazos más pintorescos que puede ofrecernos la naturaleza.

Aspectos curiosos de la naturaleza que posiblemente no nos hayamos planteado nunca…

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *