Te presentamos 7 consejos prácticos que te ayudarán a aprender un idioma con éxito y facilidad.
En primer lugar, no hay que dramatizar la situación: ¡es imposible ser bueno en todo! Evita creer que nunca mejorarás. El aprendizaje de un idioma extranjero agrupa varios aspectos: escribir, leer, hablar, comprender, traducir, saber vocabulario y también tener conocimiento de gramática. Es posible que no tengas la misma facilidad en todos estos dominios, pero ¡es imposible ser malo en todos! Cualquiera puede alcanzar resultados satisfactorios.
1.- LA MEMORIA
¿Te resulta fácil memorizar casi todo menos lo que tenga que ver con un idioma? Se suele tener buena memoria para todo lo que nos interesa. Recordamos letras de canciones, nombres de jugadores, pero cuando se trata de listas de vocabulario o de verbos irregulares, ¡eso ya no es lo mismo! Pero existe una solución sencilla: en lugar de aprender las palabras por separado, conviértelas en palabras con vida. Asócialas en un contexto que tenga que ver con tus aficiones e interés.
2.- LA PRONUNCIACIÓN
Esta puede resultar secundaria, pero el acento es una apuesta importante cuando queremos que un nativo nos entienda en su lengua materna. Algunos idiomas son más difíciles de pronunciar que otros pero se trata de escuchar hablar con atención, imitar y repetir tantas veces sea necesario. Se ha demostrado que la repetición es uno de los mejores métodos existentes para aprender.
3.- HABLAR, HABLAR Y SEGUIR HABLANDO EL NUEVO IDIOMA
No sirve de nada guardar para sí mismo lo que se ha aprendido. Hay que familiarizarse con los sonidos que emitimos cuando hablamos. ¿Te has dado cuenta de que la voz de algunas personas se modifica ligeramente según el idioma que hablan? Cuando los sonidos que utilizamos son distintos la voz cambia y, a veces, incluso la personalidad. Pero recuerda: ¡Lo más importante es expresarse!
4.- MIEDO AL RIDÍCULO
Al igual que puede resultar difícil hablar en público, para expresarse en una lengua extranjera ocurre lo mismo: nos invade el pánico a la hora de mostrar nuestras imperfecciones. Pues, ¡basta! ¡Lánzate sin pensar en los errores! Al fin y al cabo, un verbo mal colocado o un grupo de palabras tambaleándose nunca ha matado a nadie. Y en muchas ocasiones, este tipo de errores han llevado a anécdotas muy divertidas…
5.- ¡APROVECHA TU TALENTO!
¿Eres un crack en deportes? ¿Se te da bien el dibujo? ¿Tienes talento en la música o el arte? Pues ya es hora de descubrir qué facultades se ocultan detrás de estas cualidades para poder sacarles partido en el aprendizaje de un idioma. Si tienes espíritu analítico, utiliza el rigor que prima en él. Si tu ámbito es la creatividad, da rienda suelta a tu imaginación y personaliza tu manera de aprender: asocia las palabras con colores, formas, objetos,… Escoge métodos más individuales.
6.- LEER Y COMPRENDER EN ESE IDIOMA
A veces ocurre que leemos un texto sin comprenderlo. Y cuando lo hacemos en un idioma que no entendemos a la perfección, tendemos a cansarnos rápidamente, y más cuando tenemos que hacer uso del diccionario demasiadas veces, haciendo que la lectura se interrumpa y sea más lenta. Es esencial concentrarse enteramente en él. …. ¡Más fácil de decir que de hacer! Pero ¿qué tal limitarse a un párrafo al día? Ya bien sea un fragmento o el horóscopo, o el tiempo e incluso una receta de cocina. ¡Todo es válido!
7.- ¡NO TE DESANIMES NUNCA!
Tampoco es bueno ponerse el listón demasiado alto, ni acusar demasiada presión con una agenda demasiado apretada. Es mejor crear cierta rutina. Tal vez no consigas llegar a ser del todo bilingüe, pero de este modo el aprendizaje ya no te parecerá imposible.
¡Y no olvides: NO HABLAR BIEN UN IDIOMA ES UNA ETAPA NECESARIA PARA HABLARLO MEJOR!
