En esta última década la tecnología se ha impuesto en el sistema educativo. El desarrollo de la competencia digital dentro de las aulas ha provocado la introducción de portátiles, libros digitales y entornos virtuales en todas las áreas y niveles.
La venta de dispositivos y software digital ha aumentado significativamente en los últimos años. Algunos creen que asociar buenos resultados al aumento del uso de tecnologías en el aula se debe a intereses políticos y empresariales por fomentar esta creencia entre profesores y familias.
Es evidente que las tecnologías por sí mismas no modifican los resultados de aprendizaje, para lograr innovaciones educativas hay que profundizar en el currículum, la enseñanza, la organización y la evaluación y utilizar la tecnología para mejorar la práctica docente y garantizar una enseñanza y un aprendizaje mejores.
VENTAJAS
El mínimo peso y precio más asequible de los libros digitales sobre los de papel son los pilares fundamentales en los que se basa su implementación en los colegios. Junto con estas ventajas, los que promueven la utilización de los libros digitales defienden que:
- Motiva a los alumnos al estudio.
- Permite la autoevaluación.
- Aumenta la interacción entre alumno y contenido.
- Proporciona un entorno personalizable.
- Se pueden adaptar a personas con discapacidad visual y/o auditiva: modificando el tamaño del texto, volumen, color…
- Facilitan el estudio de idiomas por incorporar audio, video y diccionarios multilingües.
- Menor impacto ambiental.
INCONVENIENTES
Desde un punto de vista práctico los principales inconvenientes son:
- Los fallos de conexión a internet y la lentitud de carga de los libros digitales.
- Posibles distracciones en internet y uso libre en los cambios de clase.
- Las pantallas suelen ser más pequeñas.
- No es cómodo ir todos los días cargando con el portátil.
- Las baterías no son eternas, hace falta una fuente de alimentación.
- No se pueden imprimir.
- No desaparece el papel, los estudiantes tienen que tomar apuntes, realizar actividades …
- Los soportes son más frágiles que el libro de papel y hay que tener en cuenta que necesitan una reposición a medio plazo debido a la obsolescencia programada.
- Los libros son más económico pero cuando terminas el curso te quedas sin él.
Desde mi punto de vista si no se hacen las cosas con sentido común, el uso de tecnología en el aula, ni aumentará las competencias digitales ni ayudará a mejorar el aprendizaje. El libro digital ideal no existe. Los alumnos deben disponer de conocimientos pero también tienen que aprender a “hacer” y resolver situaciones novedosas utilizando los recursos que estén a su alcance.
Si cambian los recursos pero no cambia la metodología de enseñanza y evaluación no tiene sentido. Si los exámenes son memorísticos el libro de papel permite la adquisición del contenido con más facilidad, pero si hablamos de práctica diaria “si se hacen más ejercicios = se aprende más” los libros digitales ganan, utilizan recursos que son más motivadores y tienen autocorrección pero no explican los errores y se trabaja por ensayo y error.
