Estudiar es aplicar la inteligencia o ejercitar el entendimiento para adquirir el conocimiento de una cosa, aprender un arte o una profesión, memorizar el contenido de algo, etc. También significa observar, examinar, pensar o considerar algo con detenimiento para conocerlo, comprenderlo o buscar una solución. Tener un hábito de estudio es fundamental para estudiar bien.
Conocer y comprender el funcionamiento del cerebro adolescente nos permitirá poder emprender acciones de prevención de trastornos mentales y mejorar la salud de la futura población adulta.
En textos anteriores se definía la depresión como un trastorno que abarca una sintomatología variada en función de la edad y temperamento del niño. Por ello es fundamental realizar un diagnóstico diferencial que permita distinguir los síntomas propios de otros problemas y que también comparte la depresión.
Debemos tomar en consideración, tal y como se explicó en el texto anterior en el que hablamos de la depresión en niños, que los síntomas de la depresión varían según la personalidad del niño y también según la etapa evolutiva en el momento de manifestarse.
Ya tenemos la Navidad llamando a la puerta de nuestra casa. Dejaremos que entre en nuestra vida un año más esta fecha tan entrañable, familiar y alegre. Sin embargo con ella también entrará el consumismo y la euforia desmedida por poseer cuantas más cosas mejor, y con ella una cantidad de regalos que dentro de un tiempo nuestros hijos ni se mirarán.
Todas las personas necesitan unas normas y unos límites para poder convivir dentro de los grupos humanos y sociales a los que pertenecen. El primer grupo social al que pertenece un niño es su familia, en ella el niño aprenderá todas las normas y todos los límites necesarios para una buena adaptación a su entorno.
Las órdenes que damos a nuestros hijos a veces son fáciles de cumplir, pero otras veces encontramos muchas reticencias por parte de los niños, ya sea porque no las entienden o porque no quieren acatarlas. Se puede conseguir convencer a nuestros hijos mediante razonamientos lógicos o sensatos, pero todos los padres sabemos que en ocasiones tenemos que hacer uso de nuestra autoridad, y saber cómo dar órdenes nos ayudará a ejercer esta autoridad de manera positiva y beneficiosa para nuestro hijo.
Hay normas o reglas que como padres debemos incluir en nuestra manera de actuar con nuestros hijos. A ellas vamos a referirnos en este artículo como “normas que no caducan” debido a que tenga la edad que tenga nuestro hijo, pueden sernos igual de efectivas.
Establecer normas y límites en casa es muy importante para nuestros hijos; esto le ayudará a saber qué cosas están permitidas y cuáles están prohibidas, lo que se traducirá en una mejor adaptación a su entorno sociocultural y en que consiga relacionarse mejor con los demás. Para ello los padres deberán cumplir unas pautas que pasamos a ver a continuación.
Como padres, no hay nada que pueda doler más que ver sufrir a nuestros hijos sin saber qué hacer para aliviar el dolor. Cuando este tormento lo causa un compañero cruel pensamos que tal vez se hubiera podido actuar antes. De esa forma el daño no se hubiera comido tanto terreno.
